Un día, cuando todo parecía ser oscuridad en mi vida, fuimos invitados mi esposo y yo, a un Retiro Espiritual de Parejas. En ese Retiro ví la luz al tener mi encuentro personal con el Señor Jesús; fue tal el gozo que llenó mi corazón, que sentí el deseo de compartirlo con más personas y me comuniqué con otras dos amadas hermanas: Constanza de Días y Patricia de Townson y les comuniqué, que el Señor había puesto en mi corazón, organizar refacciones en salones de hoteles o salones sociales, con alabanzas, prédicas y testimonios, para que a través de estos Eventos pudiéramos transmitir a otras mujeres el mensaje del SEÑOR y las maravillas, prodigios y milagros que El estaba haciendo en nuestras vidas.

Nos pusimos en oración y al cabo de un tiempo vino la confirmación del Señor. Principiamos a reunirnos para orar, planificar y llamar a otras hermanas en la fe y cuando ya estábamos organizadas, nos entrevistamos con el Arzobispo metropolitano Monseñor Próspero Penados del Barrio para exponerle nuestro objetivo y como respuesta obtuvimos su apoyo, autorización y bendición para que pusiéramos en marcha nuestro proyecto. Fue así como se llevó a cabo, para honra y gloria del Señor, nuestro primer Evento en el hotel El Dorado, la tarde el 16 de julio de 1987.

En este caminar he visto muchos frutos, con el nacimiento de varias Ramas de ADAC, reconociendo que la obra es del Señor y que El nos seguirá guiando para hacer de esta amada Agrupación, un árbol frondoso.

Milagro Moguel de Arana